Una localidad llena de historias inmigratorias, donde el pasado sigue latente. En dicha ciudad uno puede degustar de deliciosos platos preparados especialmente por las diversas colectividades que desembarcaron en ella, conocer la tradicional calle Nueva York y toda su historia, sus museos, como así también desembarcar en la Isla paulino y recorrer los viñedos del ya tradicional Vino de la Costa, elaborado con uva de la zona.